21 Días de Ayuno y Oración

En Mateo 6:17-18, Jesús dice: "Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público."

En la quietud del ayuno y la profundidad de la oración, donde se encuentra una fortaleza serena y una conexión espiritual que trasciende lo material.

Entrar en ayuno y oración implica un compromiso consciente de buscar una conexión más profunda con lo trascendental, permitiendo que la mente se aquiete, el corazón se abra y el espíritu se eleve hacia una esfera más elevada de comprensión y paz interior.